Wednesday, May 31, 2006

Student Rebellion in Chile!



For weeks Chilean high school students have taken to the streets protesting against the "socialist" government's new education "reforms". Large scale rioting has taken place and many students have been arrested. A student strike has spreadthroughout the country with students occupying their schools. The resistance seems to be growing...



more info from bbc: http://news.bbc.co.uk/2/hi/americas/5035616.stm

Saturday, May 20, 2006

Libertad a lxs presxs de Atenco!

El 3 y el 4 de mayo de 2006, las policía municipal, estatal y federal asaltaron militarmente al pueblo de San Salvador Atenco y al Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, que exigían un espacio para la venta de flores para 8 floricultores en Texcoco, Estado de México, al oriente de la capital mexicana.Durante el asalto habrían violado la autonomía municipal de Atenco, golpearon salvajemente a los pobladores y a personas solidarias, muchos quedaron fracturados, 1 niño murió de bala, 1 brillante estudiante de 20 años está en estado de coma. Se habla de más presos fracturados y de personas gravemente heridas en el penal sin atención médica. Tambien existen numerosos y coincidentes relatos sobre violaciones sexuales a mujeres y hombres bajo custodia de las fuerzas policiales, todas estas personas violentadas tampoco recibieron asistencia y atención médica oportuna, lo que parece conducir a la impunidad.Detuvieron además a periodistas, abogados y defensores de derechos humanos. La gran prensa comercial y funcionarios gubernamentales insisten en omitir la mención de todas estas violaciones a la ley, así como sobre la violencia ilegal que se hizo según las autoridades y los medios masivos en nombre del estado de derecho y que no podían haberlo hecho con la constitución en la mano.Hay aún más de 150 mujeres y hombres en el penal de Santiaguito y van siendo liberados, los que salen lo hacen bajo fianza y enfrentando un proceso judicial. Se sabe de gente malherida que está escondida. Hay unos 40 mujeres y hombres desaparecidos y 4 mujeres y un hombre expulsados del país.Solidarízate con los detenidos en Atenco. Actualmente se realizan muchos tipos de acciones de solidaridad. Parte de ello es un campamento que amigos, familiares y personas solidarias mantienen a las afueras del penal de Santiaguito.Que nunca más vuelva a suceder un Atenco.Ahora les tocó a ellos, después te puede tocar a ti vecino, a ti vecina, a ti ama de casa, trabajadora o trabajador, campesina, campesino, a tu amiga o amigo, a tí. No al facismo.Libertad y Justicia a los detenidos en Atenco

mas info:
http://cml.vientos.info/

Friday, May 19, 2006

Basta la represíon en Atenco: la Historia de Valentina.

Valentina vivió el Chile de Pinochet, pero en México Presentará demanda por haber sido objeto de abuso sexual
(desde la Jornada) *see previous post for info in english*

Desde Chile, después de ser expulsada de México, Valentina Palma analiza con sus abogados tres demandas: una para exigir su derecho a concluir su carrera de cinematografía en México; otra penal, contra la corporación policiaca que la detuvo en Atenco, la golpeó, maltrató y abusó sexualmente de ella, y una tercera contra el Estado mexicano por deportación ilegal. Pero sobre todo, a cinco días de haber vivido la experiencia más aterradora de su vida, sostiene: ''Puedo decirlo con absoluta certeza: a varias chavas arrestadas en Atenco, con las que compartí cerca de 12 horas de prisión en Almoloyita, las habían violado durante el traslado del lugar de arresto al penal. Más de cinco, sin duda''.
La estudiante chilena lamenta que las autoridades mexicanas califiquen de ''mentiras'' y ''estrategia'' las denuncias sobre estas violaciones y torturas: ''Las chavas que yo vi lloraban mucho, estaban ensangrentadas, tenían la ropa desgarrada. Una llevaba los calzones rotos; la entrepierna del pants de otra estaba totalmente descosida. Nadie decía la palabra violación, pero eso es natural. Las mujeres, cuando salen de un episodio así, lo bloquean. Y no quisieron que las revisara el médico legista. Una lo expresó así: 'ya me metieron mano, no voy a ir a abrirme de piernas para que me esculque otro más'. Porque no había una doctora; era un médico sin sensibilidad y en extremo malhumorado''.
La estudiante del Centro de Capacitación Cinematográfica no acepta el alegato de uno de los funcionarios que participaron en su expulsión, quien le dijo que había estado en el lugar menos apropiado y en el momento menos indicado. ''La profesión que yo estudio, video documental, implica estar ahí, en el lugar menos apropiado y en el momento menos indicado, para registrar lo que pasa.''
El suyo es parecido a aquellos testimonios que en los 70 los mexicanos escuchábamos en el Chile de Pinochet. Pero esto le ocurrió a una chilena en México, apenas la semana pasada:
''Oí por la radio que en Atenco habían matado a un muchachito de 14 años. Decidí tomar mi cámara e ir a grabar; es la tendencia natural de alguien que busca ser una profesional en esto de documentar lo que pasa. Llegué al pueblo como a las 8 de la noche del miércoles. Estuve grabando las guardias que organizaba la gente. Luego me fui a la plaza. Ahí estaba, ya medio adormilada, cuando empezaron a tañer las campanas y a dar voces de que estaba entrando la policía. Volví a los puestos de guardia, grabé el ir y venir de las bicicletas, de la gente informando en todos los puestos. Cuando empezó el ataque guardé mi cámara y me fui a refugiar a la biblioteca, frente a la iglesia. Ilusamente pensé que podía esperar ahí a que se calmaran las cosas. Entraron dos muchachos que no conocía y estábamos esperando cuando llegó la policía. Dos me tomaron de los brazos, mientras otros dos me golpeaban. Eran de uniforme azul. Supongo que eran de la policía municipal. A las mujeres nos daban toletazos en pechos y nalgas.
''Nos llevaron a un costado de la iglesia, donde ya había muchos detenidos, y nos obligaron a arrodillarnos; nos seguían golpeando. Cuando sonó en mi mochila mi celular, un policía ordenó que me registraran. Me robaron todo: documentos, mi material, la cámara. Luego nos subieron a una camioneta. No pude ver de qué color era, pero era grande. Me arrojaron sobre unos cuerpos ensangrentados. Uno de los uniformados me ordenó que pusiera la cara contra el piso, pero había un charco de sangre. Como me resistí aplastó mi cabeza con su bota. Ahí empezó el abuso sexual''. El traslado duró de las ocho de la mañana hasta las tres o cuatro de la tarde. Un recorrido incierto y horas de tortura continua.
''Me insultaron, me manosearon todo lo que quisieron. Yo era la única mujer. Fue una violación, aunque no hubo penetración. Nos ordenaban permanecer inmóviles. A mi lado venía un viejito que gemía y pedía piedad. Su cara era una sola costra de sangre. Traté de tocarlo y me golpearon. No puedo quitármelo de la cabeza, iba muy mal.''
Cuando llegaron al penal y los bajaron del autobús, Valentina llevaba los pantalones a las rodillas y el cuerpo manchado de sangre, propia y ajena. Al llegar a Chile, lo primero que hizo su madre fue llevarla a un reconocimiento médico. El informe de los galenos describe numerosos moretones en nalgas, senos y posible fractura de costillas. Durante las horas de detención, en México, también fue revisada por varios médicos legistas, pero ninguno le entregó su reporte.
Al bajar de los camiones ''nos taparon la cabeza y nos hicieron pasar entre dos hileras de policías que nos pateaban. Nos separaron a hombres de mujeres. Ahí vi a una policía y me dije gracias, al fin. Pero ella apenas me vio dijo: 'déjenme a esta perra', y me empezó a golpear con las manos en los oídos. Cuando me ingresaron fue cuando vi a las chavas con los pantalones y la ropa interior rotos, llorando mucho. Eramos 25 o 30 mujeres, muchas en shock. Conozco esa reacción, la crisis después de un episodio de violación. Al menos dos sufrieron violación con penetración, aunque nadie pronunciaba esa palabra. Una contó que el hombre que la agredía le ordenó decirle jinete y se burlaba. Las custodias nos preguntaban si habíamos sido violadas, como si supieran.''
Después de 12 horas en Almoloyita, Valentina, junto con dos españolas, fue trasladada a Toluca, luego al centro de detención migratoria de Iztapalapa y finalmente al aeropuerto. A las siete de la tarde del día 5, amigos y familiares interpusieron un amparo contra su deportación. A pesar de ello, a las 11 de la noche fue subida a un avión, junto con su compañero, el estudiante de antropología Mario Aguirre, y ambos trasladados a Santiago de Chile sin una declaración oficial de deportación ni algún otro documento de por medio.
Pero para Valentina éste no es el final: ''Más allá de mi deportación ilegal, contra la que voy a luchar, denuncio desde aquí que en Atenco hubo abusos y violación contra mujeres como una arma de represión''.

Thursday, May 18, 2006

Stop the repression in Atenco, Mexico!

Stop the Repression in Atenco!!!
Personal account of Valentina Palma, Chilean documentary film-maker

Santiago, ChileTuesday, May 9th, 2006:
My name is Valentina Palma Novoa. I am 30 years old, I would like to relate to you the events I was witness to during the violent incidents in the town of San Salvador Atenco on Thursday, May 4th, 2006, which ultimately resulted in my unjust and arbitrary expulsion from Mexico.

Wednesday, May 3rd, after seeing the news on television and learning of the death of a 14 year old boy, I was moved ... to go to San Salvador Atenco and see for myself the true situation of the town. I went there at night, filming and interviewing the sentinels the townsfolk had posted. The dawn's light announced the new day: Thursday, May 4th. It must have been 6 AM, when the bells of the church of San SalvadorAtenco began to sound while a microphone blared that the police were raiding the town.

I made my way to one of the guard posts, where the townspeoplelooked in the direction of the mass of police who could be seen inthe distance. I zoomed in with my camera, and I realized that there were tons of them and, cloaked by their shields they were advancing. I felt afraid; they were numerousand heavily armed, while the peasants were few and unarmed. The air became unbreathable as the police fired tear gas and I went to the town square while the bells rang even louder.

The weak resistance put up by the townspeople gave way completely, faced with the attackthe police forces had abruptly unleashed on the populace. I shut my camera off and ran with the rest as fast as I could. In front of the church was a public building with its doors wide open and Iwent inside, foolishly expecting the turbulence would pass. Futilely, we climbed up, seeking to hide on theroof and lay face up watching the helicopters purring in the skylike houseflies, with the sound of gunshots forming the local soundscape. A man's voice shouted violently, "You bastards up on the roof, come down." The young men went down first, and I saw from above how they beat them, and panicked I couldn't make myself descend, at which pointthe policeman shouted: "Get down here, bitch, get down here now."

I climbed down slowly, terrified at the sight of how they had clubbed the two youths in the head. Two police grabbed me, pushing me forwardwhile other beat me with their clubs on my breasts, back and legs. I heard someone's voice ask me my name to add to the list of detainees, and my cries of pain increased when I responded "Valentina,Valentina Palma Novoa" while a policeman ordered me to shut my mouthand another pummeled my breasts. A man's voice commanded the other police to hide me with their shields so witnesses could not see me being beaten.

They yanked me up by my hair and said "Get in the truck, you whore."I could barely move, yet they demanded that I hurry up. They tossedme on a heap of other wounded and bloody bodies and commanded me to lower my head into a pool of blood. I didn't want to put my head in the blood but the policeman's black boot on my head forced me down. I was groped by many police hands. I just shut my eyes and clenched my teeth, hoping the worst wouldn't happen. My pants pulled down, the trunk stopped and they ordered me to getout. I stumbled out and a policewoman said: "Leave this bitch to me" and struck my ears with both hands. I fell and two police draggedme back towards the bus through a gauntlet of police who kicked usall the while.Up on the bus, another policewoman asked my name while two policemen brutally mashed my breasts and threw me on top of the body of an old man whose face was bloody scab. When he felt my body pressing down, the old man cried in pain, so I tried to move until I was stopped by a kick in the back. My scream made the old man scream again, begging God for mercy...

Valentina was deported from Mexico and is now in Chile. There are still 28 individuals being held in prison facing torture and rape at the hands of the police. Unfortunately Valentina´s story seems to be typical of the women who were arrested May 4th in Atenco, all of whom were beaten and raped in police custody. Stop the Repression in Mexico!!! Free the Prisoners of Atenco!!!

For More Info in English:
http://zeztainternazional.ezln.org.mx/.
http://narconews.com/Issue41/article1817.html